No debería ser así. No es lógico, ni ético, y huele a denunciable. ¿Cómo puede ser que en Zara, una talla 40 me venga holgada y la misma en Bershka, no suba mucho más allá de las rodillas? Como digo, no es nada ético porque, si decido acudir solo a Bershka, entonces me habría llevado a casa la sensación de que teniendo la talla 40, de repente no me entra.
Vamos, que estoy engordando. Y de nuevo, las grandes superficies se empeñan en hacer el mundo de la moda un poco menos moral. ¿O acaso las empresas no son conscientes de ello? Por supuesto que sí, de eso y de todo detalle. La pregunta del millón es la siguiente: ¿Es algo que se hace voluntariamente?