La Semana de la Moda de París no podía tener un mejor comienzo que el provisto por la siempre interesante diseñadora portuguesa, Fátima Lopes, que tomó la Torre Eiffel para celebrar con ella una moda llena de sensualidad, en un encuentro que atrajo al público tanto por las propias colecciones, como por lo original de la propuesta.
De esta manera, París extiende su pasarela para recibir las colecciones del Prêt-à-Porter de cara a la próxima primavera-verano 2012 que desde ayer han empezado a mostrarse. Para ello, Lopes se movió bajo las premisas de color, ligereza y arquitectura a fin de conquistar a todos los presentes, algo que logró sin mayores problemas.
En sus nuevas presentaciones, el color es esencial, ya que no escatima alegría en la materia, teñida de naranja, rosa fluorescente, amarillo, azul o rojo. En su ausencia, el negro, el blanco, el beige y los colores neutros minan el terreno, siempre mediante superposiciones y mezclas radicales de texturas, entre el vinilo, algodón y la muselina.
Luego, la diseñadora se tomó algunos minutos para hablar con la prensa, cuando afirmó que “quería una colección muy alegre, muy positiva. Hace falta realmente que la moda, que el arte, traigan en este momento su lado de belleza, de glamour, de elegancia”.
Imagen: EFE